La lista de gente que ha doblado la servilleta a los 27 es bastante extensa, hasta formar un club, al que obviamente ellos mismos no se han apuntado. En este caso, dado que nos mola el rollito de la música, y concretamente el Rock, vamos a centrarnos en ello. Y ojito a nuestros estimados lectores que están en dicha edad, este añito id de poleo menta.
Robert Johnson
Empiezo por éste por ser de lejos el más desconocido de ellos, pero quizás el que más mítica tiene. Robert tuvo una influencia decisiva en la creación del Blues, y por lo tanto en el Rock. Tuvo una vida bastante chunga, porque si eras negro en el Delta de Mississippi en los años 30, y si encima te iba medio bien, digamos que los vecinos no te venían a saludarte con un pudding de carne. Como te descuidases formabas parte de él.
Por si fuera poco, los pastores negros veían una incipiente competencia en la música Blues, ya que consideraban que la música era patrimonio suyo, con el Gospel (y sus derivadas posteriores como el Soul), lo que les hacía ganar parroquianos, y lo que trae esto, Dollars.
El Blues se tocaba en tugurios los Sábados por la noche, y vete tú de resaca a la iglesia, por lo que los hombres empezaron a dejar de ir. ¿Y que hicieron? Nombrar al Blues música del diablo. ¿Y por qué el Rock se asocia al Maligno? Por herencia de esto.
El caso es que Robert tocaba la guitarra como el ojete, se piró un año y volvió tocando la guitarra mejor que nadie, por lo que la explicación que corrió como la pólvora fue la evidente: Fue a una encrucijada y vendió su alma al diablo. Claro joder.
Robert inventó técnicas de guitarra gracias entre otras cosas a que tenía unos dedos como espárragos, pudiendo tocar varios ritmos a la vez, y que tuvieron una influencia definitiva en los músicos posteriores.
Envenenaron la botella de whisky que se trincó en el descanso de una actuación, aunque no se conoce el culpable ya que había más sospechosos en una novela de Agatha Christie.
Si tenéis curiosidad, actualmente podéis ver en Netflix el documental «La encrucijada del Diablo».
Janis Joplin
La vida de Janis estuvo marcada por sus orígenes y por su búsqueda permanente del amor, en lo que le fue regular.
Nacida en Texas, se crio en una familia muy conservadora para la que Janis debía estudiar para maestra, casarse y a criar más texanos, que está Chuck Norris y cuatro más. Pero a la moza se la veía desde pequeña que esa vida le sudaba el papo, lo que con junto con varias decepciones amorosas, la hizo seguir su propio camino. Entró en la escena de San Francisco, el paraíso hippie y probó con la banda Big Brother and The Holding Company. Poco después y tras su actuación en el festival de Monterrey la banda era ella.
Pero en el hippismo no todo era paz y amor, también había sus buenos jeringuillazos, amorosos eso sí, y poco a poco fue degradándose hasta llegar a pesar 35 kg. Las circunstancias de su muerte no están muy claras, ya que llevaba un poco de todo en el cuerpo.
Existe un biopic sobre ella de 2015 que pasó sin pena ni gloria.
Jimi Hendrix
Jimi, afroamericano con un toque Cheroqui, es el primero de los grandes músicos de Seattle: habría que ver que le echan al agua. El colega era un figura de pequeño, como todos los que componen este artículo, y tras pillarle dos veces con un coche robado le ofrecieron cárcel o a chupar mili. Eligió la segunda opción, como hubiéramos hecho todos, y acabó de paracaidista de la 101ª División, la que sale en las pelis del desembarco de Normandía. Tras unos meses allí, vieron que no era lo suyo y le mandaron para casa, dejando esto escrito en el informe «Creo que el servicio militar se beneficiaría de licenciarle lo antes posible». O le mandáis para casa o me jodéis la división.
Hendrix consiguió triunfar antes en Europa, principalmente en Reino Unido, que en Estados Unidos, ya que la escena estaba bastante menos madura para su música. Pero al igual que Joplin, su actuación en el Festival de Monterrey le catapultó a la fama.
Murió en Londres también en circunstancias no del todo claras, en las que se explicó desde ahogado por su propio vómito, sobredosis de barbitúricos… un estudio posterior determinó un efisema pulmonar.
Jimi nos ha dejado dos legados a la humanidad: su música y que le sacaron un molde de su, al parecer, hermoso miembro para replicarlo como consoladores de goma, que siguen siendo replicados al día de hoy. Así que si quieres sentir a Hendrix dentro de ti, puedes hacerlo espiritualmente con su sonido o…
Jim Morrison
Las desventuras de Morrison dan para hacer una peli… Eso pensó antes que yo el Señor Oliver Stone, incluyéndole un su cuatrilogía sobre Vietnam (Los que se quedaron -The Doors-, los que fueron -Platoon-, los que volvieron regular -Nacido el 4 de Julio- y desde el punto de vista vietnamita -El cielo y la Tierra-).
El muchacho tenía un alma atormentada, muy influenciada según él mismo por contemplar un accidente de coche de una familia india, en la que creyó que sus espíritus entraron en él. Sus bailes en el escenario reflejaban esto. Lo de enseñar el pollamen a la gente, ya no.
Jim era un poeta que creció en la explosión del Rock, de otra forma seguramente se hubiera quedado en sus escritos. También su época, llena de excesos le llevó a contraer todo tipo de adicciones, acabando como un odre, retirándose de la música y mudándose a París, donde murió en teoría plácidamente en la bañera de un piso muy gonico. La historia real se ha conocido hace poco, murió de una forma menos glamourosa en el baño de un garito puesto hasta las orejas, y ante el marrón para todos (camello, novia, dueño del local y autoridades competentes) decidieron apañar el cadáver y meterle en la bañera. Prohibieron autopsia y le enterraron cagando laits en Pére Lachaise, donde su tumba se ha convertido en lugar de peregrinación para la cultura del exceso, siendo la más visitada a pesar de todas las celebridades que habitan allí.
Kurt Cobain
Otro nacido en el estado de Washington, del que forma parte Seattle (No confundir con D.C., que está a tomar vientos del estado) e impulsor del movimiento Grunge con Nirvana.
Otra vez se cumple el patrón de una infancia complicada, con episodios que le marcaron de por vida de lo que ahora llamamos mobbing por tener un amigo gay. Y es que Kurt tuvo un posicionamiento político bastante marcado a lo largo de su vida, que se exacerbó cuando conoció a Courtney Love, la Yoko Ono de los 90, entrando bastante a saco en el movimiento feminista. Esto le produjo una célebre enemistad con Axl Rose, en las antípodas de pensamiento.
Kurt llegó a vivir en un coche durante un periodo prolongado de tiempo, hasta que con su segundo disco «NerverMind», lo petó a lo grande. No llevó bien la fama nunca, porque era algo que le molestaba profundamente, refugiándose más aún en las drogas.
Su muerte, como no, tampoco está demasiado clara: se pegó un tiro con una escopeta, pero con el cuelgue que llevaba, y la longitud de la escopeta, la cosa no cuadra mucho. El caso es que al parecer había decidido separarse de Courtney y se lo había comunicado poco antes, una persona con un carácter de lo más apacible y taimado. Quién sabe.
Es interesante ver el documental «Kurt Cobain: Montage of Heck» donde se muestra que el hogar de los Cobain-Love no era muy normal.
Brian Jones
Para mostrar al mundo que no solo los rockeros yankis forman el club de los 27, tenemos el caso de Jones, conocido por ser la sota de bastos de los Rolling Stones.
El muchacho era de carácter agrio y retraído, lo que le llevó a ser despedido del grupo a pesar de ser uno de los fundadores. Y no lo era solo con el grupo, tenía como afición ir dejando hijos por ahí, y maltratar a sus diferentes parejas, que solían aparecer públicamente con moratones en la cara. Musicalmente, era un genio capaz de tocar un gran número de instrumentos.
Su muerte, vaya que raro, es un misterio, aunque en sus últimas apariciones se le veía ya bastante fatal de salud: Poco después de que le dijeron los Rolling: «Ves la puerta? pues cierra por fuera» apareció ahogado en su piscina, que fue la versión oficial, por un ataque de asma. La extraoficial señala un asesinato, con varios candidatos: Desde narcos, ya que el muchacho a veces se olvidaba de pagar la druja, a sectores mafiosos que le veían como un peligro, ya que se empezó a mover con varios músicos famosos, lo que supondría rupturas de otros grupos como The Beatles, y eso haría perder mucha pasta a determinada gente. Otra versión es que a alguien se le fue la mano con una bromita, hecho que confesó supuestamente un tal Frank Thorogood, que le estaba haciendo una obra, en su lecho de muerte. En la película Stoned(2005), sobre los últimos días de Jones, se cuenta esta versión.
Cecilia y Amy WhiteHouse
No voy a extenderme más, que menudo ladrillo se ha quedado. Pero no quisiera cerrar sin recordar a estas dos miembros del club de los 27, que aunque su género no fuera Rock, merecen ser también recordadas.